Lo mismo jugar 135 horas no es bueno para la salud

Vamos a ver chicos, que jugar al modo multijugador de Black Ops 2 es divertido y adictivo es algo que nadie puede negar, pero joder, estar 135 horas enganchado por el mero hecho de batir un record mundial, es algo estúpido por no decir ridículo. Y es que Okan Kaya, natural de Australia, es el angelito que se propuso batir el record de estar más horas seguidas jugando a un videojuego. Esta joya de persona se permitió el lujo de estar siete días seguidos jugando, simplemente descansando diez minutos por cada hora de juego, y eso que tenia la opción de tomarse descansos más largos, incluso de echarse alguna siesta. Para los que os preguntéis cual fue el puesto de clasificación mundial de Black Ops 2 tras este record tan demente, Okan Kaya, acabó en el puesto número 37. Tras el salto y a quien le interese puede leer porque este tipo de record me parece ridículo y estúpido.

Vamos a ver queridos amigos, los videojuegos, en mi opinión, están para transportarnos a otros mundos, vivir aventuras que jamás podríamos vivir en la vida real, resolver enigmáticos puzles, llevar coches a velocidades que harían saltar los radares de todas la ciudades del mundo; de acuerdo, sé que me diréis que los modos online suelen ser modos competitivos que no amplían la aventura original, en cuanto a trama me refiero, aunque en cuanto a diversión lo amplían con creces. Pero lo que no puedo entender es a una persona que no lo hace por disfrutar, no lo hace por competir, sino por el mero hecho de sufrir durante una semana sin dormir para alcanzar un record. Simplemente tenéis que ver la cara del personaje en cuestión y valorarlo por vosotros mismos. Cuando yo me pongo delante de mi televisión a jugar, lo hago para disfrutar, para divertirme, para compartir la experiencia con otras personas jugando online, en ningún momento me plantearía sufrir porque no es la finalidad para la que se ha creado este divertido y apasionante ocio electrónico. Personalmente que cada uno saque su conclusión, yo seguiré pensando que el hecho de aprovechar al máximo una experiencia de juego es la combinación del mundo virtual que nos proporciona un juego con el mundo real, y la interconexión de ambos, ya que lo bonito de todo esto, es compartir lo que te apasiona tanto dentro como fuera.