Analisis SplatterHouse

Cuando el Gore, la violencia, la brutalidad, el humor negro y los videojuegos se unen, de esa mezcla nace Splatterhouse.

Allá por el año 1988 surgió el primer Splatterhouse. Un juego que destaco por su particular brutalidad y su tremendo contenido Gore, en una época en la que los juegos parecían que habían sido creados por Bambi. Debido a su éxito con esta propuesta tan arriesgada (ya que fue el padre del Gore en videojuegos), Splatterhouse tubo 2 entregas mas con bastante éxito.

Diecisiete años después del lanzamiento de su última entrega en 1993, Namco nos trae un remake acorde con los vientos que soplan.

Imaginad que acompañáis a vuestra novia a una mansión de lo mas lúgubre y espantosa (si de estas que te dejan el ojete que no te cabe el bigote de una gamba), para que tenga una entrevista con un doctor que por fuerza mayor ha de ser un psicópata y tiene pinta de loco. Al llegar allí el tío loco secuestra a vuestra novia y tiene el detalle de mataros para que no deis la lata. Y mientras morís agonizantes desangrados una máscara parlante os ofrece la oportunidad de no morir y cobraros una venganza, a cambio de uniros a ella y dejar 

que su poder se extienda por vuestro cuerpo, dándoos el poder de curar cualquier herida o mutilación además de una fuerza sobre humana. ¿Vosotros aceptaríais?, Ricky el protagonista de este juego si. Y con este argumento de película de terror de Serie B comienza la trama del juego

Splatterhouse resucita la vieja jugabilidad de Beat´em up, ese genero tan de moda en los 90 y ahora casi extinto, en el que el personaje se ha de abrir paso a ostias durante todo el juego entre hordas de enemigos.

Para ello contaremos con un control muy simple (típico de golpe fuerte, golpe rápido, salto y agarre) pero repleto de combos y combinaciones.

Tendremos a nuestra disposición un amplio abanico de golpes, contaremos con armas típicas del género de terror (como el clásico machete, la motosierra, una estaca llena de clavos, una escopeta recortada, etc.), además de poder desmembrar y decapitar a cualquier enemigo y usar sus brazos o cabezas como arma (¿qué mejor manera de usar la cabeza que arrancándosela a tus enemigos y matando a golpes con ella a sus compañeros?), o incluso nuestro propio brazo.

También dispondremos de los poderes de la máscara que será lo más brutal de todo (entrar en el modo berseker es una delicia) y de ejecuciones cuando nuestros rivales estén débiles o mal heridos.

 Ciertamente Splatterhouse es el padre del Gore en los videojuegos y dejara constancia de ello a lo largo de todo el juego, empalamientos, amputaciones, decapitaciones, partir de cuajo a algún enemigo, reventarlos contra algo, hacerlos explotar, triturarlos y todas las barbaridades que se os ocurran estarán presentes en este juego (Mi favorita, y se que pensareis que soy un enfermo, lo cual es así. Es la que le metes el puño por el culo y le arrancas los intestinos a uno de los monstruos seguido de un ingenioso comentario de nuestra amiga la mascara). El planteamiento del juego es avanzar por las habitaciones llenas de enemigos y acabar con todos, incluso los puzzles estarán enfocados a acabar de alguna manera específica con los enemigos y no nos harán devanarnos los sesos.En algunas fases el juego toma perspectiva 2D en homenaje al los clásicos en los que abra un ligero toque plataformero dándole un toque distinto pero que no llega a cansar.

Con una ambientación notable, inspirada en las películas de terror de todo tipo, acción a raudales, sangre, y mucho sentido del humor ya que se ríe de todos los clichés de las películas de terror (adema de los comentarios de la mascara que nos harán perder los huevos de risa o los ovarios, en algunos momentos), con unos jefes finales bien currados y resultones (con alguna sorpresa para los fans), una banda sonora de lujo acorde para la ocasión (Lamb of God, Mastodon o Five Finger Death Punch entre otros) y la inclusión de los 3 juegos clásicos de Splatterhouse (que nostalgia me entra al recordar mis andanzas con el segundo en mi querida Mega Drive) terminan de añadir la guinda al coctel.

Aunque su modo historia no es muy largo, entre las 6 y 8 horas, es muy rejugable con 3 modos de dificultad, coleccionables, secretos y desbloqueables. Además de incluir un modo arena para despachar a gusto por si nos hemos quedado con ganas de más, que tendrá sus propios secretos.

No es un juego perfecto ya que tiene un planteamiento totalmente lineal y repetitivo, y los gráficos aun con esa estética de cómic que no le queda mal, no están a la altura de lo que estamos acostumbrados, pero que hará las delicias de los fans del genero.

Lo mejor:-El carisma de la mascara.

               -Su brutalidad.

               -Es muy divertido y rejugable.

               -Su Ambientación.

               -La gran variedad para acabar con tus enemigos.

Lo peor:  -Es repetitivo y corto.

               -No llega a la cota de calidad de los grandes.

               -No tiene multijugador.

               -Que seas pacifista o sensible a la sangre.

Nota: 7,5