Desde mi más temprana edad, recuerdo cómo me encaramaba a la tele del salón para merendar y ver mis dos series favoritas. Recuerdo cómo pasaba tardes enteras viendo Bola de Dragón y Los Caballeros del Zodiaco, mientras en mis manos iban desapareciendo un par de rebanadas de nocilla.
Ahora, ya poco queda de esas tardes tan inocentes, en las cuales podías ver cómo el caballero del dragón se desangraba hasta casi morir, o cómo por primera vez veías morir a Yamsha, en una de sus muchas defunciones.
Por lo cual, mi tan desgastada nostalgia se aferra a disfrutar, o por lo menos recordar, esos grandes momentos con juegos como Saint Seya : Sanctuary Battle, que probablemente no toque ni con un palo, pero me harán recordar aquellos años de juventud.
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