Ver algo de
Dark Souls 2 siempre esta bien,
aunque se vea algo mal. Pero mas que el juego en si, que evidentemente es lo
que nos importa. No queremos obviar ese bello momento que este juego sabe
brindarnos a la perfección. Son dos las sensaciones fundaménteles que sabe
llevar a nuestras carnes. La mas importante y por la que amamos este juego es
la sensación de triunfo u grandeza al conseguir cualquier tipo de avance en el
juego. Y la otra, la que mas sentiremos durante nuestras partidas es la de insignificancia,
desolación. Ese momento en el que un jugador adulto y curtido es derrotado,
humillado, y como una bofetada de padre es devuelto a su infancia y rompe a
llorar.
Aquí tenemos
un nuevo Jefe (su nombre es Mirror
Knight) que pinta bien jodido y con su particular mala hostia (la cual los
desarrolladores dotan a cada enemigo). Pues este “angelito” hará sentir bien
hondo esa sensación al pobre incauto a los mando. El cual abatido cede el
control a otro loco y busca el armario mas cercano para llorar. Así es Dark Souls.
No hay comentarios:
Publicar un comentario