Análisis Far Cry: Blood Dragon

Antes de que saliera el juego ya estábamos diciendo que Ubisoft había tenido una de las ideas más originales y locas de los últimos tiempos. Nos imaginábamos este Far Cry: Blood Dragon como una película de los 80 que no había salido y que se quedo en la recamara de algún director que eligio a Stalone o al Suache para protagonizarla. Pues es eso exactamente lo que nos ofrece esta expansión de Far Cry 3, expansión por decir algo, donde podemos vivir una de esas historias donde el héroe tiene que salvar al mundo y quedarse con la chica.

Una temática bien ambientada en ese futuro que se imaginaban los de Hollywood que tendríamos ahora en los años 80. Muchas luces de neón, lásers por todas partes, robots dominando el mundo, dinosaurios controlados por los malos y una tecnología avanzada pero retro, son algunas de las cosas que nos hacen sentir realmente que este juego viene del pasado. No encontraremos una buena secuencia de video en ningún momento, en vez de eso la historia será contada a través de imágenes pixeladas, con escasez de movimientos, como si se tratase de un juego de antaño.

Sloan nos dará motivos al principio del juego para seguirle y acabar con su vida

Nuestro protagonista es Rex Power Colt un Cyber Comando Mark IV, es decir una autentica maquina de matar, con un sentido del humor a la altura de este titulo, humor fácil y ochenteno. Por poneros un par de ejemplos: al matar a un robot con una escopeta, Rex disfrutará y se reirá seguido de un “A salido escopetado” o al acabar sigilosamente con un rival utilizando su arco, uno de sus chascarrillos será “Eso si que es un flechazo”. Su misión principal es disolver todos los planes de su archienemigo el Coronel Ike Sloan, que trata de dominar el mundo como cualquier malo de peli.

No intenteis atropellar dinosaurios, eso es de locos

La jugabilidad es bastante sencilla y muy parecida a Far Cry, conquistar bases, misiones secundarias, cazar animales y avanzar en la historia principal. La conquista de bases es lo mas jugoso del titulo ya que podemos optar por el sigilo, entrar a saco o atraer con corazones a un tiranosaurio y que la líe parda dentro del campamento. Para ello contamos con un arsenal variado: pipa, escopeta francotirador, ya sabéis lo típico, excepto por el arma definitiva que conseguiremos avanzado bastante el juego, si te lo dieran al principio el juego terminaría al empezar, un láser destructivo que consume nuestra vida pero mata todo lo que se mueve. Dispondremos de un sistema de niveles, con un árbol de habilidades automático donde conseguiremos que Rex se convierta en “Demolition man”.

A todo esto le acompaña una banda sonora perfecta para la ocasión, obra de Power Glove, un grupo de dreamwave ochenteno que ya había creado varias cosillas parecidas. Una buena sensación, matar a un dinosaurio mientras suena esta musiquilla de fondo y que nuestro héroe levante su mano mecánica, con cuernos arriba por que ha subido de nivel.

Un mapa cargadito de cosas que recolectar

Un juego de unas 10 o 12 horas si lo completamos por completo, consiguiendo todas las mejoras de las armas, televisores y VHS escondidos por toda la isla y haciendo las misiones secundarias. Algunas de estas misiones estarán basadas en películas muy conocidas como las Tortugas Ninjas o Aliens, que merecen la pena disfrutar de este homenaje a los 80. Si te gusta este tipo de cine, el juego te convencerá fácilmente y progresaras para ver que puedes encontrarte en el camino. En resumen un juego corto, barato, con una idea arriesgada pero que atraerá a un tipo de publico en concreto con sus tópicos y con su sentido del humor fácil, incluso tiene una escena de sexo de lo más curiosa, con sus píxeles y todo. Esperemos que esta loca idea no se quede en solo esto por que personalmente lo he disfrutado bastante.

                                                                                           

Nota: 8